Viene llegando de la feria -una costumbre que nunca ha abandonado, ni siquiera cuando era Intendente de la Región de O’Higgins-. Unas cuantas bolsas con papas, verduras y frutas, se las entrega a su esposa Jacqueline y, de paso, le comenta: “el compadre te mandó cariños”, refiriéndose a su gran amigo Alfonso Fuenzalida, ex colega de la feria, con el que compartió buenos episodios de su vida, durante los 8 años en los que se dedicó al rubro de las ferias libres de Rancagua.
“Es parte de mi rutina del fin de semana. Trato de ir siempre, aún en tiempo de campaña. Compartir con ex colegas, amigos y gente muy querida me permite también conocer cómo lo están pasando, cómo les ha afectado este tiempo de pandemia y cómo ven ellos a las y los caseros. Las ferias libres son un termómetro socio económico importante, te sorprenderías lo que logramos ver desde nuestros respectivos puestos…”, comenta Pablo Silva Amaya, el candidato socialista que, tras ganar las primarias legales y abiertas, del pasado 29 de Noviembre, se transformó en el representante del bloque de la Unidad Constituyente, para ser el primer Gobernador Regional de O’Higgins, en la historia de la Región.
Se le nota algo cansado, pero tranquilo. Mientras, se acomoda para la entrevista, mira de reojo el televisor prendido de fondo, donde senadores debaten sobre el Bono Clase Media y Bono Solidario. “Estoy a la espera del debate de la Reforma que aplazará las elecciones… para tener real claridad de cómo se viene este nuevo proceso”, comenta.
¿Qué espera de la Reforma?
“A estas alturas, sólo quiero saber si habrán nuevas indicaciones o precisiones respecto a lo que salió de la Cámara…”
Y usted, ¿está de acuerdo con la idea de aplazar las elecciones?
“Aquí hay un tema de fondo que no podemos perder de vista. Hay un ‘peak’ de contagios diarios que nos abruman. Somos la segunda región a nivel nacional con mayor tasa de positividad. En nuestro país tenemos más de 23 mil familias que lloran la partida de los suyos producto del Covid-19. En la Región hay más de 900 fallecidos… personas con historia, que la pandemia les arrebató la vida. Como si fuera poco, hemos sido testigos de medidas sanitarias impuestas por el Gobierno, confusas, poco consistentes, sobre las cuales ya nadie entiende nada. Y, para añadidura seguimos viendo a un Ejecutivo que pone una y otra traba para ir en ayuda y apoyo de miles de familias que sufren los dramas de la cesantía, que incrementan las brechas sociales, laborales, económicas y de género.
En definitiva, en un contexto como el que tenemos, solo podemos poner el foco en la salud, protección y cuidado de quienes habitan esta región y país. Y, por supuesto, colaborar en todo aquello que disminuya los riesgos”.
Pero, aún continúa la discusión sobre si esta medida -postergar elecciones- es lo mejor…
“Este fin de semana hay dos países de Latinoamérica que están en elecciones. Veremos cómo impactará eso a nuestros vecinos. No hay certezas que la postergación para mayo sea la mejor decisión. Hay otros que plantean correr las elecciones hasta junio; es decir, con menores temperaturas y en fechas que históricamente se disparan enfermedades respiratorias. Entonces ¿cuál es la mejor fecha? Lo veremos. Lo único que realmente quisiera es que esta decisión vaya de la mano de políticas que se hagan cargo del drama que tienen las familias de nuestro país, con propuestas flexibles, sin trabas que solo entorpecen y generan mayores frustraciones entre nuestros compatriotas. Por ello espero que el debate del Bono de Clase Media y Préstamo Solidario, por ejemplo, tengan la mayor cobertura posible; de lo contrario, un tercer retiro de las AFP’s será absolutamente imprescindible”.
Ante esto, ¿cómo pretende usted hacerse cargo de lo que se viene?
“Hoy necesitamos certezas, confianzas y esperanzas que sabremos salir de la mejor forma de este mal sueño. Tras la pandemia todo, absolutamente todo cambió. Cambió la forma de relacionarnos, de trabajar, de convivir con nuestras familias, amigos, vecinas. También cambiaron nuestras prioridades, la economía, las relaciones laborales, las prioridades en cuanto a los planes educativos y cómo las y los docentes deben mirar el futuro de la educación en Chile; el uso de la tecnología, la forma de relacionarnos con el medio ambiente, la salud y el potenciar el recurso humano, la infraestructura, el impacto del tejido social en nuestras comunidades, las relaciones internacionales. Es decir, todo debe ser repensado. Y ese es un tremendo desafío que debemos tener presente. Hacer lo mismo de siempre, no servirá.
Debemos enfrentar este proceso dando valor a nuestra identidad, a nuestra cultura y a nuestras respectivas realidades, porque necesitamos que todos y todas nos involucremos en avanzar en lo que hemos retrocedido, bajo una mirada colectiva y lejos de los individualismos y anhelos de poder para fines particulares”.
Y, ¿usted cree que es la persona que, efectivamente pueda hacerse cargo de esa mirada?
“Durante mi vida he tenido diversas experiencias. Conozco en carne propia los dolores y necesidades de millones de chilenas y chilenos. Sé lo que es la angustia de la cesantía, lo que es vivir de allegado y tener que asumir procesos complejos, para alcanzar los objetivos de la familia. Sé lo que significa trabajar duramente, tal como lo hacen cientos de ex colegas de las ferias libres, porque por 8 años, junto a mi señora, fuimos uno de ellos. Sé lo que es partir de cero y aprender todo desde la nada… por eso mi gran cercanía con mis amigas y amigos feriantes, ellos fueron tremendamente solidarios y nos ayudaron y enseñaron el rubro cuando más lo necesitamos, lo que nos permitió sacar adelante a nuestros 4 hijos que teníamos hasta ese momento, ¡eso no se olvida!
Después, conocí el ámbito municipal desde un cargo administrativo y, gracias a mis capacidades ascendí y tuve nuevas oportunidades. Trabajé y estudié en forma vespertina y, más tarde tuve el honor de ser nombrado seremi de Obras Públicas e Intendente. Cuando tienes toda esa experiencia en tu trayectoria, obviamente ves la forma de hacer política de manera muy distinta. Porque es muy distinto decirle a una vecina: “sé lo que está pasando”, cuando lo haces desde tu acomodada realidad. Otra cosa es cuando tienes en el cuerpo las vivencias de miles de chilenas y chilenos, porque hablas desde tu experiencia de vida.
Este es un trabajo de larga data. Es imposible creer que en cuatro años se lograrán cambios radicales y absolutos, porque es un proceso que tiene múltiples factores: las limitantes de nuestras competencias como Gobernadores, los efectos de la pandemia, los presupuestos que recibamos, la ejecución de compromisos asumidos por las autoridades actuales. Sin embargo, tanto yo, como el equipo con el que estamos trabajando, tenemos la capacidad de sumarnos para generar algo grande, con una mirada de justicia social, de equidad, de dignidad, de inclusión. Queremos dar pasos sustantivos en eso y dejar el camino pavimentado para avanzar al lugar que nos merecemos.
Quienes no entienden que Chile y nuestra región cambió y creen que los proyectos políticos son solo un paso más al ego personal, entonces no ha entendido absolutamente nada. Pero, lo que sí está claro es que serán las personas las encargadas de decidir el futuro que quieren, a través de su votación. Nosotros nos ponemos a disposición, pero el poder de cambio lo tienen quienes nos están leyendo”.