Declaración Red de Investigadoras.
Socias de nuestra Red sin renovación de contrato en la Universidad O’Higgins
Las universidades constituyen un centro de pensamiento reflexivo, donde caben todas las opiniones, donde los disensos enriquecen los debates, aportando, con miradas pluralistas e inclusivas, a la construcción social del país.
Este año ha estado marcado por movimientos feministas, que se suman a una defensa mundial de los Derechos Humanos en diferentes ámbitos. A partir de allí, muchas son las mujeres que han alzado la voz y han tomado la primera línea para pavimentar el camino hacia una sociedad igualitaria, desde lo ya construido por otras valientes mujeres de nuestra historia.
Como en todos los ámbitos de nuestra sociedad, las mujeres son aún objeto de discriminación, brecha salarial, acoso sexual y laboral, y reconocimiento desigual de méritos. Invisibilizadas, y con pocas posibilidades de alcanzar puestos de decisión.
En este contexto, como Red de investigadoras hemos asumido el compromiso de visibilizar las brechas de las mujeres en investigación, así como también sus valiosos estudios. Estamos muy preocupadas por las medidas tomadas por parte de universidades hacia personas que participaron en el movimiento feminista este año. Medidas como sumarios a estudiantes que participaron en tomas, acoso a estudiantes que testificaron en sumarios por acoso sexual (incluyendo denuncias por injurias y calumnias), recursos de protección en contra de quienes denunciaban, despidos de académicas como Leonor Etcheverry de la Universidad Diego Portales, entre otras.
Dicho lo anterior, tenemos el deber de informar a la comunidad sobre una situación que nos afecta y que representa una de las razones por las que nace esta Red: el viernes recién pasado, dos de nuestras socias, neurocientíficas y reconocidas luchadoras por la equidad de género en investigación, la Dra. Karina Bravo y Dra. Vania Figueroa fueron desvinculadas de la Universidad de O’Higgins, universidad estatal recientemente creada en la región de O’Higgins. Siendo las primeras 2 funcionarias con el rango de académico a las cuales no se les ha renovado su contrato.
La situación se produce, tras una denuncia de acoso laboral presentada por Karina Bravo y donde Vania Figueroa testificó a su favor. Esto incluso a pesar que Vania Figueroa no completa el primero de los tres años de ejecución de su proyecto de inserción en la academia (PAI-CONICYT).
Las razones esgrimidas fueron evaluaciones de productividad científica y académica. Sin embargo, estas evaluaciones fueron realizadas por quienes estaban acusados en la denuncia interpuesta, a pesar del claro conflicto de interés existente.
El sumario por acoso laboral fue sobreseído el 22 de noviembre y fueron desvinculadas el 30 de noviembre. Por lo que uno supone que en esos ocho días se realizó la evaluación, ratificación por parte de los vicerrectores y finalmente, la decisión de desvincular. Además, es importante hace notar que los laboratorios de investigación de esta universidad están en construcción.
Frente a lo anterior, hacemos un llamado al debido proceso, que las evaluaciones sean transparentes, objetivas y conocidas por l@s académic@s.
¡Seguimos en alerta! No queremos creer que la frase “antes nos quemaban por brujas y ahora nos despiden” sea una realidad en las universidades chilenas.
El link donde se reúnen firmas de apoyo es: https://goo.gl/forms/gycbjLAk2rR4AvNg1