La marca ícono de la vitivinicultura nacional e internacional presenta, de la mano de su enólogo Marcio Ramírez, una guía pensada para realzar cada plato típico chileno en septiembre. Desde carnes a la parrilla hasta propuestas vegetarianas, cada receta encuentra su vino ideal.
Septiembre en Chile es sinónimo de aromas, sabores y tradiciones. Y cuando las Fiestas Patrias invitan a reunirse en torno a la mesa, no hay mejor manera de celebrar que con un buen vino que potencie cada bocado y cada brindis. En esta ocasión, Casillero del Diablo, referente de la vitivinicultura nacional e internacional, comparte una propuesta que promete transformar las celebraciones en una experiencia sensorial completa: una guía de maridajes diseñada por su enólogo, Marcio Ramírez, especialmente pensada para acompañar los platos más típicos de estas fechas.
El arte del maridaje en septiembre
Para Ramírez, cada copa puede elevar un plato común en un recuerdo inolvidable. “El vino es un puente entre la tradición y la emoción. Cuando elegimos el maridaje correcto, no solo potenciamos el sabor, sino también la memoria de compartir en familia”, comenta.
Así, Casillero del Diablo presenta sus recomendaciones para disfrutar de las preparaciones más representativas de las Fiestas Patrias:
Carnes rojas a la parrilla. El fuego es el alma del asado chileno. Para una entraña jugosa, la sugerencia es un Cabernet Sauvignon Reserva Privada (Etiqueta negra), con estructura y potencia que armonizan con la intensidad de la carne. En el caso de cortes más suaves, como la punta de ganso, destaca el Cabernet Sauvignon Reserva (Etiqueta Blanca), ligero y frutal, perfecto para realzar su delicadeza. Y cuando la mesa recibe un lomo vetado o un asado de tira, nuevamente el Cabernet Sauvignon despliega todo su carácter y elegancia.
Empanadas y acompañamientos.
La clásica empanada de pino encuentra su mejor pareja en un Carmenere Reserva Privada, cuyas notas especiadas y taninos suaves envuelven el relleno de carne y cebolla. En cambio, la empanada de queso brilla junto a un Chardonnay, cuya frescura y cremosidad equilibran el relleno fundente. Y si hablamos de choripán con pebre, el Carmenere vuelve a ser protagonista, suavizando la intensidad del picor con su versatilidad.
Anticuchos y otros sabores. Los anticuchos, con su combinación de carnes y verduras, se realzan con un Merlot, fresco y suave, que potencia tanto la jugosidad del cerdo como la textura de las verduras. El clásico choripán, sin pebre, gana profundidad con un Malbec, cuya acidez y dulzura equilibran a la perfección el sabor del embutido.
Propuestas vegetarianas e innovadoras. Casillero del Diablo también piensa en quienes prefieren opciones distintas. Unos rollitos de berenjena con queso crema encuentran en el Merlot un aliado fresco y suave. Los pimentones asados con huevo se elevan con un Carmenere, mientras que unas brochetas de champiñones, zapallo italiano, cebolla y tofu se potencian con el perfil frutal y vivaz de un Malbec.
Una copa para cada brindis
Más allá de los maridajes, lo que propone Casillero del Diablo es una invitación a vivir las Fiestas Patrias con todos los sentidos. Con un portafolio diverso y reconocido en más de 100 países, la marca asegura que siempre habrá una etiqueta ideal para cada plato, cada mesa y cada brindis.
“Las Fiestas Patrias son la ocasión perfecta para demostrar que la tradición chilena se celebra también con los mejores vinos. Casillero del Diablo no solo acompaña la mesa, sino que la transforma en un momento único de encuentro y disfrute”, explicó Marcio Ramírez, enólogo de Casillero del Diablo.
Las distintas opciones de vinos para estas Fiestas Patrias están disponible en supermercados, botillerías y en el e-commerce Descorcha.com