Tantos sueños y presagios de futuro incierto. Tantas tardes y noches de juego. Inviernos húmedos y lluviosos; veranos cálidos en medio de la vegetación rancagüina. Entre calles de adoquines, estruendos cercanos del tren y aromas entrañables del barrio Estación, vecinos de alta alcurnia y plebeyos, fueron capaces de construir historias entorno a un balón de fútbol.
Un hombre (Luis “Tarro” Cáceres) de pelo cano y piel ajada por el paso de tiempo, relata que, en medio de su niñez, una tarde de domingo, tras una pelea en el campo de juego, diez hombres (Carlos Fuenzalida, Benedicto Díaz, Roberto Delson, Orlando Chávez, José Díaz, Claudio Orellana, Jorge Donoso, Luis Escobar y Temístocles Vallejos), decidieron formar una institución, que luego de su mal comportamiento en un partido, decidieron denominarse “Los Desordenados”.
El ex jugador de O’Higgins y actual comentarista deportivo, expresa que esa jornada de involuntaria fundación (15 de julio de 1953), es un quiebre benigno en todos quienes han defendido la camiseta de la “D” negra. De generación a generación; grandes y chicos; buenos pa’ la pelota y negados con la 32 cascos; humildes y envalentonados; profesionales e hijos del rigor; viejos cracks y la patrulla juvenil, todos llevan con orgullo el hecho de integrar la familia que comenzó a cimentar en esa época el “Beto” Garrido.
Este sábado, en medio de una fiesta merecida y bien ganada, como el primer lugar en el Campeonato de Los Barrios (2013), celebrarán sus noveles 70 años de vida. La madre de Ricardo Garrido (ex presidente), señora Gladys Cáceres Díaz, diría “son aún unos mozuelos y les queda mucho por aprender”.
LIBRO Y HOMENAJE DEL CONSEJO REGIONAL
Para festejar las siete décadas, el club se quiso autorregalar su propia historia. Por encargo de los miembros y la directiva, encabezada por Jorge Abrigo, encomendaron el escritor Juan Carlos Carrasco, plasmar en texto todas aquellas anécdotas que nutren las tremendas vivencias de la “D” negra.
Pero éste no es el único elemento que, consagrada el aniversario, pues, hace solo unos días, el pleno del Consejo Regional de O’Higgins, rindió un simbólico homenaje a la entidad en medio de su arduo trabajo comunitario.
“Sin duda, fue un momento de orgullo que quedará en nuestras retinas. Nos llevamos el alma repleta de felicidad”, dijo Jorge Abrigo.