Por: Christian Villegas, Coordinador de Evópoli Rancagua
Hagamos una pausa… Luego de un nuevo Día Internacional de la Mujer, subamos nuestras manos al aire y de la forma más ruidosa que podamos, choquemos nuestras palmas pensando en aquellas mujeres emprendedorasque participan en Organizaciones Sociales, Sindicatos, Clubes Deportivos, etc. Un reconocimiento para aquellas mujeres que por distintos motivos, decidieron “hacer ruido” en una sociedad que se encarga de postergarlas constantemente.
El martes pasado y pensando en una forma distinta de conmemorar este día, realizamos dos actividades, en una de ellas, decidimos llevar flores a las mujeres que trabajan en el comercio establecido y ambulante del centro histórico de Rancagua: Margarita, quien tiene un puesto de empanadas, Carla, cajera de la carnicería y Rosa, quien tiene su puesto de ensaladas preparadas plena calle San Martin. La respuesta de estas tremendas trabajadoras de nuestra ciudad era conmovedora, muchas decían que hace años no recibían un reconocimiento, cada vez que le entregaba esos claveles la sonrisas eran instantáneas y el agradecimiento fue constante. Esas mujeres que están ahí, prácticamente solas, sometidas a temperaturas extremas en horarios donde el sol no da tregua, iban cargando en mí, una energía especial, de esas que te dan los afectos más cercanos, de esos que llenan el alma.
Por la tarde, la reunión fue con las mujeres de “Te llevo en mis brazos”, Organización de Madres Rancaguinas que tienen hijos con enfermedades catastróficas. Fue un relato por momentos desgarrador, una de ellas, con tan solo 21 años, había perdido a su hijo hace solo tres semanas, con todo el dolor que esto pueda tener, se atreve a contar su historia, por el simple hecho de que de esa forma mantener viva la lucha de su guagua. La enseñanza de estas madres, es brutal, ellas ven el sol donde está todo nublado, estas mujeres no necesitan ayuda, solo necesitan apoyo-
Desde este tipo de lugares es desde donde deben comenzar a salir los nuevos actores de la política. Este grupo de Chilenas que se atreven a participar e intentan cambiar la vida de muchas madres e hijos que no tienen respuesta del Estado, ellas son verdaderas heroínas pero sin máscara.
La falta de igualdad de género no es distinta a la desigualdad que se vive en otros ámbitos de nuestra sociedad, nuestros Jóvenes, ancianos, la clase media en su totalidad y tantos ejemplos más, pero lo que si podemos estar seguro, si hay una cancha que debe ser emparejada para comenzar a pensar en un país más justo, es la de las mujeres y los niños… Con mucha pasión, convicción e ideas, pero sin perder la dulzura, esa que solo te enseña una Mujer.