La Brigada de Robos (Biro) de la Policía de Investigaciones (PDI) detuvo al principal sospechoso de la seguidilla de robos que afectaron al emblemático colegio Moisés Mussa de Rancagua.
El presunto autor de los delitos fue identificado por las huellas dactilares que dejó en uno de los televisores que pretendía llevarse del establecimiento y tras su detención quedó a disposición de Juzgado de Garantía de Rancagua.
La Brigada de Robos (Biro) de la Policía de Investigaciones (PDI) se encuentra a cargo de las diligencias que buscan dilucidar si existen más involucrados en la seguidilla de robos que afectó al colegio que se cifró en once, según los datos de la policía.
Fue la comunidad estudiantil quien alertó de la compleja situación que los afectaba ya que en los once robos, los antisociales se habían llevado, televisores, computadores, entre otros equipamientos tecnológicos utilizados para las clases.
El jefe de la Biro Rancagua, subprefecto Marcelo Cabezas detalló la diligencia que resultó clave para detener al principal sospechoso: “Gracias al trabajo investigativo que se realizó en conjunto con el Laboratorio de Criminalística, específicamente la sección de huellografía, se logró identificar al autor de estos delitos y en conjunto con la Fiscalía gestionar la orden de detención de esta persona luego de varios puntos fijos y seguimientos por la ciudad”.
Según la investigación de la PDI, el detenido ingresó al establecimiento con la intención de robar los televisores que estaban en las salas de clases apostados en las paredes, por lo que no alcanzó a robarlos y dejó sus huellas en las pantallas.
El jefe de la unidad explicó que tras un cotejo “el perito que hizo el levantamiento logró establecer que este tipo tenía las huellas dactilares plasmadas en un televisor que no logró sustraer, por cuanto se traduce en una prueba irrefutable la cual será necesaria al momento de ser procesados por los delitos que se investigan”.
El imputado, cuenta con antecedentes por robo y amenazas, además de estar involucrado en el robo de un domicilio en el centro de Rancagua y un ilícito ocurrido en el Liceo de Niñas María Luisa Bombal, quedó a disposición del Juzgado de Garantía.