Un año cumple en noviembre, la alianza entre Fondo Esperanza y Fundación Emplea, donde sus beneficiarios, reciben el servicio integral de la comunidad de emprendimiento solidario más grande de Chile, para que surjan con sus negocios.
Si la naturaleza del trabajo de Fondo Esperanza (FE) es trabajar y apoyar a personas de sectores vulnerables de la sociedad, a través del piloto “Segmentos Excluidos de FE”, se profundiza este objetivo para apuntalar a emprendedores privados de libertad y, desde hace un año, a personas en situación de calle.
Fondo Esperanza se unió a Fundación Emplea para trabajar con aquellas personas que estaban interesadas en participar del Banco Comunal (BC) “Creciendo Juntos” y obtener ayuda para hacer crecer sus emprendimientos a través del servicio integral de FE (microcréditos, capacitaciones y redes de apoyo).
Patricio Asenjo (37) es integrante fundador de este BC. Trabaja vendiendo productos para autos como pinos aromáticos, paños, cargadores y portacelulares. Sobre su experiencia en FE afirma: “Esta ayuda me ha permitido generar dinero para mantener un lugar donde vivir y comer. Pero también he aprendido la responsabilidad para usar el dinero. Por ejemplo, ahora estoy juntando plata para una casa”.
Jorge Jaña (37) es un vendedor ambulante del transporte público y actualmente está en su primer ciclo en este Banco Comunal. “Estuve harto tiempo viviendo en la calle y gracias a Fundación Emplea y Fondo Esperanza he podido salir adelante. A pesar de no saber leer y escribir, he podido surgir y soñar con tener mi casa o un lugar establecido”, resalta.
Sobre este trabajo con Fundación Emplea, Verónica Toro, Encargada de Banco Comunal de Fondo Esperanza, pone énfasis en el desafío que significó asumir este proyecto. “Como en todo Banco Comunal del piloto “Segmentos Excluidos de FE”, ha sido un gran trabajo adaptar la metodología de la organización a las características particulares de las personas en situación de calle, ya que son perfiles que requiere mucho cuidado y cariño. En este proceso ha sido clave la responsabilidad de las(os) integrantes de este grupo, porque son personas que a diario deben luchar contra la corriente”, afirma.
Respecto a los beneficios de esta alianza, Jenny Pérez, Encargada de Programas Sociales de la Fundación Emplea, destaca la generación de vínculos que han desarrollado los integrantes del BC. “Son personas muy participativas, pero lo más importante es que han formado una relación entre ellos, que les ha dado la oportunidad de compartir sus penas y alegrías. Han demostrado tener una fuerte responsabilidad con ellos mismos y se están sintiendo más empoderados como personas y como trabajadores independientes”, afirma Jenny.
Rosa Fuenzalida, es una comerciante que trabajó mucho tiempo como ambulante. Ahora tiene un puesto de confites en la calle y hace pocas semanas, recibió un permiso municipal que le permite trabajar con mayor seguridad. De su experiencia en Fondo Esperanza, rescata el cariño que han obtenido. “Hemos sentido un gran apoyo y nos han dado confianza. Eso es bueno porque acá nos sentimos acogidos, nos reciben de beso, preguntan cómo estamos y no nos miran raro. Nos ven como personas tal cual y eso se agradece, porque a veces no te miran por lo que eres, sino por cómo andas”, indica Rosa.