Por Catalina Olivares, Gerente de Búsquedas y selección de Grupo Avanza
Basta con revisar los anuncios de nuevas ofertas de empleo que están publicando las empresas para darse cuenta de que algo ha cambiado. Las vacantes que solíamos identificar y reconocer fácilmente están dando paso a los nuevos perfiles de profesionales que buscan las empresas para integrar sus equipos: expertos en energías renovables, cambio climático, minería, tecnología, innovación, medición de impacto, diversidad e inclusión, y un gran etcétera.
No se trata de un simple capricho. Estos puestos llegan para ser parte de la fuerza laboral de las próximas décadas respondiendo a las nuevas necesidades del mercado y las transformaciones que está viviendo la sociedad, las que deben ser abordadas de manera proactiva desde el mundo privado, especialmente aquellas relacionadas con el triple impacto social, ambiental y económico.
En Grupo Avanza dentro de los atributos que más nos piden en los perfiles destacan la flexibilidad, adaptación al cambio, personas orientadas a mantener el buen clima laboral, que cultiven buenas relaciones tanto al interior como al exterior de la empresa, con foco en medio ambiente, comunidades y grupos minoritarios como los que pertenecen a LGBTIQ+.
Desde el área de la sustentabilidad por ejemplo, el sector privado busca profesionales que orienten y asesoren a las empresas en la transición hacia el uso de energías renovables como parte del compromiso mundial de carbono neutralidad para el año 2050, o también en la implementación de una cultura organizacional sustentable que sea incorporada y puesta en práctica por todas las áreas de la compañía. Lo mismo ocurre en la industria minera, donde cada día se hacen necesarios expertos que sepan gestionar las operaciones con un enfoque sostenible y sustentable, y puedan traspasar las innovaciones más recientes a equipos que llevan años trabajando de la misma manera.
En el área de la tecnología esta demanda también se vuelve notoria, pues hacen falta profesionales que conozcan y sepan implementar herramientas de digitalización, Inteligencia Artificial, automatización y manejo de grandes volúmenes de información con el uso de nuevas soluciones tecnológicas.
Además del conocimiento per sé, un informe de Accenture en conjunto con la Fundación Forge Chile muestra que junto con las habilidades recién mencionadas, las empresas valoran entre los postulantes habilidades socioemocionales blandas como comunicación, trabajo en equipo, resolución de conflictos, inclinación al aprendizaje constante, la motivación y la responsabilidad.
Este cambio requiere que los trabajadores conozcan estos nuevos parámetros y se capaciten para satisfacerlos. Por otro lado, las universidades y distintos centros de educación deben tomar nota y actualizar sus mallas curriculares en torno a las nuevas demandas del sector privado, para que así las próximas generaciones estén preparadas para abordar estos puestos. E independientemente de la preparación académica y del cargo a desempeñar, es importante que los profesionales del futuro cuenten con una visión multifacética que incluya una mayor capacidad de adaptación a los constantes cambios que está viviendo la sociedad.
La transformación no tiene vuelta atrás y desafíos globales como el cambio climático, la pandemia, los conflictos geopolíticos y las grandes desigualdades sociales, exigen que las empresas estén mucho más conectadas con las personas y el medio ambiente, en un entorno de transparencia e integridad. Y para hacerlo realmente bien, precisan contar con talentos preparados para lo que se necesita hoy y en las próximas décadas.