Los celestes sucumbieron por la mínima, y de paso, le permitió a los curicanos mantener la categoría.
Simplemente fue uno de los peores partidos en la era de Gabriel Milito en Rancagua. O’Higgins nunca se encontró en su juego en el estadio La Granja, lo que permitió a Curicó Unido lograr el triunfo que le otorgó permanecer un año más en la máxima categoría del fútbol nacional.
Los celestes entraron dormidos desde el primer minuto. Nunca estuvieron con el dominio del balón en todo el partido, lo cual, dejó a merced a los dirigidos por Luis Marcoleta de tomar la iniciativa e ir por todo al pórtico de Miguel Pinto.
Todo esto rindió frutos a los 18′, cuando en apenas dos toques después de un saque lateral, el volante argentino Alfredo Abalos se ubicó sin marca sobre el área pequeña y con un “globo” derrotó al meta visitante.
De ahí en más, algunos destellos celestes aparecieron. En el minuto 51, Pablo Calandria ganó con el salto luego de un córner y propuso el empate al dejar la pelota a milímetros del vertical derecho.
Pero nada más. Curicó nunca cedió el balón a los celestes. Los torteros jugaron esperando a su rival y saliendo de contra, que a través de los pies de Gary Tello tuvo un par de ocasiones para aumentar la ventaja.
Para el olvido fueron los últimos minutos. Cada arremetida de los rancagüinos, fue controlada por Curicó, quienes ya festejaban el empate entre Palestino y Santiago Wanderers, que los dejaban en la máxima categoría.
Un semestre que no hay mucho por rescatar. O’Higgins, ahora entra en vacaciones y volverán a retomar los trabajos el próximo 4 de enero.